lunes, 30 de septiembre de 2013

SuperPippo


En el fútbol actual es muy difícil encontrarnos con un delantero de los de antes, de esos en los que su hábitat natural es el área del equipo contrario, de los que son oportunistas y meten goles como churros. Por suerte, he podido ver y vivir hasta el año pasado los goles de un auténtico depredador, de un killer, del 9 por antonomasia.
En el A.C. Milan, club que se distingue por ser uno de los grandes clubes del siglo XX con sus diferentes títulos europeos (concretamente 7UEFA Champions League), siempre hubo buenos delanteros: desde Paolo Rossi hasta George Weah, pasando por Marco Van Basten y Jean Pierre Papin. Todos estos delanteros eran depredadores letales, cazagoles, unos supervivientes del área rival, pero el último que se puso la elástica rossonera con el 9 a la espalda no merece menos respeto que los anteriores. Este último 9 clásico no es otro que Filippo Inzaghi.
Nacido un 9 de agosto de 1973 en Piacenza (Italia), comenzó su carrera como profesional en el año 1991 en el club de su ciudad natal: el Piacenza Calcio. Sus inicios no fueron sencillos, ya que solo jugó dos partidos en su primera temporada. Tras ello fue cedido a dos clubes de poco nombre y donde poder foguearse como el Leffe y el Hellas Verona. En ambos clubes consigue marcar 13 goles por temporada consiguiendo que su nombre empezase a sonar en el calcio. Más tarde, y tras pasar por Parma sin éxito ni gloria, ficha por el Atalanta donde explota y marca 24 goles en 33 partidos. Ante tales números un grande de Italia como la Juventus se fijó en él para ser aún un equipo más completo. Con los bianconeri llegan sus primeros éxitos como profesional: a modo personal consigue anotar 58 goles en sus cuatro temporadas con el club de Turín, además es elegido el mejor jugador joven de la seria A, capocannonieri en su primera temporada con la Juventus en 1997 (anotando 18 goles)   y  consiguiendo, de la mano de Carlo Ancelotti, Supercopa de Italia, Intertoto  y un Scudetto. A pesar de ello su etapa en el equipo de Turín tocaba a su fin y Fatih Therim lo quiso en su A.C. Milan como complemento ideal de  Shevchenko. Se iniciaba entonces una época gloriosa del equipo rossoneri con jugadores como Rui Costa, Maldini, Nesta, Cafú, Seedorf, Kaká,  Serginho… y SuperPippo pasó a ser el 9 referencia de este Milan de ensueño conquistando dos Champions League, dos Súpercopas de Europa, un mundialito de clubes (antigua Intercontinental) y tres scudettos ,así como un mundial (2006) con la azzurra.
Pero lejos de sus éxitos profesionales, os preguntaréis que es lo que tiene este futbolista para que lo podamos considerar un jugador mítico? . Pues bien, para mí Inzaghi no era un delantero excesivamente técnico,  tampoco era un delantero rápido, ni alto, ni fuerte… pero para qué necesitas esas cualidades cuando tienes el gol como sello personal? Cómo ser un delantero de referencia sin esas cualidades? Cómo puedes triunfar en el calcio sin ser un fuera de serie? Pippo tenía esa habilidad de los delanteros de antes: era capaz de meter goles sin querer, tenía el don del oportunismo, sabía dónde estar para estrellar el balón con sus clásicas Diadora negras hacia las redes de la portería rival. Era capaz de olfatear el gol a distancia y preparaba su terreno con desmarques magistrales y con una capacidad innata para rematar todo balón que llegase al área. Hacía que sus carencias pasasen desapercibidas ante su capacidad de marcar goles, pero además de esto lo, que hacía que Inzaghi fuese tan especial era su compromiso con la camiseta, su lucha, su fuerza, su entrega, su corazón… Siempre, absolutamente siempre, celebraba un gol como si fuese la primera vez que metía un gol en su vida. Es en detalles como éste, donde vemos como un jugador tiene la misma ilusión que un niño por jugar al fútbol y marcar goles a pesar de ir acumulando años en sus botas (se retiró en 2012 con 39años). Evidentemente todo esto no pasó desapercibido a los tiffossi rossoneri y su dedicación y trabajo hicieron que Inzaghi  se convirtiera en leyenda.
Durante sus once temporadas en el A.C. Milan, tuvo momentos buenos, muy buenos, como cuando en la UEFA Champions League anotó 10 goles y hizo una dupla con Andreiy Shevchenko más que temible. Pero también tuvo sus momentos malos , como en las campañas 07-08 y 08-09 donde sufrió diversas lesiones de codo, espalda y rodilla, que le impidieron tener continuidad. No obstante, y como dato relevante, tal era su capacidad de meter goles que en su penúltima temporada con los rossoneri consiguió superar a Raúl (el 7 del Real Madrid) como máximo anotador de la historia de la UEFA Champions League anotando un total de 70 goles. 


Lamentablemente, y después de meter sus últimos dos goles en Champions en el Santiago Bernabéu, sufrió una rotura de ligamentos de la rodilla izquierda que le hizo plantearse la retirada con 37 años.
Pero el fútbol le debía una última vez con el club de sus amores, le debía hacernos disfrutar con su gol y con su eficacia, y así fue como Filippo Inzaghi, saliendo desde el banco a falta de 5minutos para que terminase el encuentro frente al Novara, consiguió anotar su último gol con la camiseta rossonera que suponía la remontada y la victoria por 2-1. Tifossi, rivales y el propio árbitro principal felicitan a un mito, a una leyenda que no quería despedirse sin hacer bien su trabajo: Meter goles http://www.youtube.com/watch?v=QhuSGdebgTg . Una vez finalizado el encuentro Pippo se fue al centro del campo, levantó sus brazos y comenzó a hacer reverencias, dando las gracias por todo.
Inzaghi y Milan, Milan y Inzaghi. Es inevitable relacionarlos ya que ambos tendrán un romance eterno.

Grazzie per tutto Pippo, siamo per sempre con te.

“Lo importante no es saber tirar, eso lo saben hacer todos. Lo importante es crearse la oportunidad”. Filippo Inzaghi.


P.D. En sus dos últimos años, cada fin de semana en San Siro había una pancarta que rezaba “Senza Pippo non siamo Allegri”. Era una manera más que tenían los tifossi de reivindicar a Massimo Allegri para que pusiese en el once titular a Inzaghi.

http://www.youtube.com/watch?v=LDVf5BU1nNc 

(Tributo a Filippo Inzaghi)

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La leyenda del Trinche

Inicio mi andadura en este blog con uno de los mayores talentos que ha dado el fútbol argentino (cuna del fútbol romántico) : Tomás Felipe Carlovich.
Probablemente muchos de vosotros no sabréis a quien pertenece este nombre, pero no os preocupéis que os pondré al día.
Todo empezó el 20 de Abril de 1949 en Rosario (Argentina). Ése día nació el séptimo de los hijos de la família Carlovich, pero este pibe no era uno más, estaba lleno de talento y su manera de mostrarlo fue en el fútbol.
Hijo de inmigrantes serbios, este pibe nació y creció en el barrio de Belgrano (Rosario) y desde su niñez, igual que el 99% de los pibes en Argentina, mostraba cosas propias de los futbolistas de la calle, de los de potrero, de los de antes, de esos que dejaban el guardapolvos en la casa para agarrar la pelota de trapo y andar a jugar a la calle todo el día.  
Su andadura en el mundo del fútbol empezó en las categorías inferiores de Rosario Central a finales de los 60' , donde empezó a exhibir su magia.
Pero con el club de su infancia solo llegó a jugar dos partidos en la primera división argentina, donde coincidió con jugadores históricos como Aldo Poy, Mario Killer o Carlos Aimar. A pesar de ello, El trinche apareció en la época equivocada debido a que por aquel entonces técnicos con los que coincidió como Miguel Ignomiriello (y su famosa revolución Ignomiriellana) y Carlos Griguol preferían un fútbol más físico que de talento. 
Si bien era cierto que El Trinche no era un jugador disciplinado y era también conocido por sus escapadas nocturnas y sus faltas a los entrenamientos sin motivo aparente, lo era también conocido por su talento y su magia.
Lo que sucedió fue conocido por todos y Miguel Ignomiriello pasó a ser reconocido como el DT (Director Técnico) que no quiso a Carlovich y por lo tanto lo dejó libre, lo dejó escapar. 
 Entonces el equipo que pasó a disfrutar de su fútbol romántico, de su gambeta, de sus caños con esa zurda dorada fue el tercer equipo de la ciudad de Rosario: C.A. Central Córdoba. 
Desde el momento en que El Trinche se vistió la camiseta de Central Córdoba, empezó a crear su propia leyenda. 
En su primer partido todo lo que tocaba se convertía en magia: tres asistencias perfectas con la precisión de un cirujano y su equipo gana el partido por 3 - 0. Los aficionados se volvían locos por verlo jugar y en los aledaños del estadio durante el día de partido solo se pronunciaba una cosa: "Esta noche juega El Trinche". 
La gente pasó de ver a Central Córdoba a ver a Carlovich. Tal era la locura por verlo jugar que sus propios ex compañeros de Rosario Central como Carlos Aimar y Aldo Poy o los fanáticos de otros clubes decían: "Vamos a ver jugar al Trinche". Hasta el própio Marcelo "El loco" Bielsa asistió durante 4 años cada sábado a ver jugar a El Trinche Carlovich. 
Pero os preguntaréis: ¿Bueno, y cómo jugaba este pibe? lamentablemente no existen documentos que demuestren de lo que os hablo, pero me reconoceréis que su leyenda aún se hace más grande por este simple hecho.
Dicen los entendidos como José Pekerman, que su juego era como "el de Fernando Redondo pero más elegante...", César Luis Menotti decía que "no era explosivo, pero si muy técnico y rápido pensando, muy parecido a Juan Román Riquelme, tapaba y agarraba bien la pelota..."... Entonces, si tenía esa virtud de ser elegante, de pensar un segundo antes que los demás, si tenía las cualidades de esos futbolistas porqué no triunfó en un grande? Muy sencillo, El Trinche prefería jugar al fútbol a ser profesional. Sólo necesitaba que alguien entendiera su fútbol, pero lamentablemente no lo pudo demostrar...o si.
El fútbol dió a Carlovich la oportunidad que merecía de poder enseñar su talento a los demás y llegó en el año 74, cuando la albiceleste fue a Rosario para jugar el último amistoso que sirviese de preparación de cara al Mundial de ese año. El equipo contra el que jugó la albiceleste estaba formado por 5 jugadores de Rosario Central, 5 jugadores de Newell's y un jugador de Central Córdoba: El Trinche Carlovich. Lo que sucedió aquella noche está por siempre en las retinas de los aficionados que vieron jugar a El Trinche: La selección de Rosario apabulló a la selección nacional argentina. Fue la única ocasión en la que hinchas de Rosario y de Newell's se abrazaron gracias a Carlovich.
 Por último, y como anécdota, en sus inicios en Central Córdoba, El Trinche le tiró un caño a un jugador y cuando iniciaba el contra ataque un aficionado le chilló ." Tírale otro caño!" entonces se dirigió a la banda donde se encontraba ese aficionado, encaró de nuevo a su adversario y le volvió a tirar el caño. 

Gracias por tu leyenda y por tu fútbol Trinche.





P.D. Os adjunto este Informe Robinson donde podéis ver de todo cuanto os hablo.