En el fútbol actual es
muy difícil encontrarnos con un delantero de los de antes, de esos en los que
su hábitat natural es el área del equipo contrario, de los que son oportunistas
y meten goles como churros. Por suerte, he podido ver y vivir hasta el año pasado
los goles de un auténtico depredador, de un killer, del 9 por antonomasia.
En el A.C. Milan, club
que se distingue por ser uno de los grandes clubes del siglo XX con sus
diferentes títulos europeos (concretamente 7UEFA Champions League), siempre hubo
buenos delanteros: desde Paolo Rossi hasta George Weah, pasando por Marco Van
Basten y Jean Pierre Papin. Todos estos delanteros eran depredadores letales,
cazagoles, unos supervivientes del área rival, pero el último que se puso la
elástica rossonera con el 9 a la espalda no merece menos respeto que los
anteriores. Este último 9 clásico no es otro que Filippo Inzaghi.
Nacido un 9 de agosto de
1973 en Piacenza (Italia), comenzó su carrera como profesional en el año 1991
en el club de su ciudad natal: el Piacenza Calcio. Sus inicios no fueron
sencillos, ya que solo jugó dos partidos en su primera temporada. Tras ello fue
cedido a dos clubes de poco nombre y donde poder foguearse como el Leffe y el
Hellas Verona. En ambos clubes consigue marcar 13 goles por temporada
consiguiendo que su nombre empezase a sonar en el calcio. Más tarde, y tras
pasar por Parma sin éxito ni gloria, ficha por el Atalanta donde explota y
marca 24 goles en 33 partidos. Ante tales números un grande de Italia como la
Juventus se fijó en él para ser aún un equipo más completo. Con los bianconeri
llegan sus primeros éxitos como profesional: a modo personal consigue anotar 58
goles en sus cuatro temporadas con el club de Turín, además es elegido el mejor
jugador joven de la seria A, capocannonieri en su primera temporada con la
Juventus en 1997 (anotando 18 goles) y consiguiendo, de la mano de Carlo Ancelotti,
Supercopa de Italia, Intertoto y un
Scudetto. A pesar de ello su etapa en el equipo de Turín tocaba a su fin y
Fatih Therim lo quiso en su A.C. Milan como complemento ideal de Shevchenko. Se iniciaba entonces una época
gloriosa del equipo rossoneri con jugadores como Rui Costa, Maldini, Nesta,
Cafú, Seedorf, Kaká, Serginho… y
SuperPippo pasó a ser el 9 referencia de este Milan de ensueño conquistando dos
Champions League, dos Súpercopas de Europa, un mundialito de clubes (antigua Intercontinental)
y tres scudettos ,así como un mundial (2006) con la azzurra.
Pero lejos de sus éxitos
profesionales, os preguntaréis que es lo que tiene este futbolista para que lo
podamos considerar un jugador mítico? . Pues bien, para mí Inzaghi no era un
delantero excesivamente técnico, tampoco
era un delantero rápido, ni alto, ni fuerte… pero para qué necesitas esas
cualidades cuando tienes el gol como sello personal? Cómo ser un delantero de
referencia sin esas cualidades? Cómo puedes triunfar en el calcio sin ser un
fuera de serie? Pippo tenía esa habilidad de los delanteros de antes: era capaz
de meter goles sin querer, tenía el don del oportunismo, sabía dónde estar para
estrellar el balón con sus clásicas Diadora negras hacia las redes de la
portería rival. Era capaz de olfatear el gol a distancia y preparaba su terreno
con desmarques magistrales y con una capacidad innata para rematar todo balón
que llegase al área. Hacía que sus carencias pasasen desapercibidas ante su
capacidad de marcar goles, pero además de esto lo, que hacía que Inzaghi fuese
tan especial era su compromiso con la camiseta, su lucha, su fuerza, su
entrega, su corazón… Siempre, absolutamente siempre, celebraba un gol como si
fuese la primera vez que metía un gol en su vida. Es en detalles como éste,
donde vemos como un jugador tiene la misma ilusión que un niño por jugar al
fútbol y marcar goles a pesar de ir acumulando años en sus botas (se retiró en
2012 con 39años). Evidentemente todo esto no pasó desapercibido a los tiffossi
rossoneri y su dedicación y trabajo hicieron que Inzaghi se convirtiera en leyenda.
Durante sus once
temporadas en el A.C. Milan, tuvo momentos buenos, muy buenos, como cuando en la UEFA Champions League anotó 10 goles y hizo una dupla con Andreiy Shevchenko más que temible. Pero
también tuvo sus momentos malos , como en las campañas 07-08 y 08-09 donde sufrió
diversas lesiones de codo, espalda y rodilla, que le impidieron tener
continuidad. No obstante, y como dato relevante, tal era su capacidad de meter
goles que en su penúltima temporada con los rossoneri consiguió superar a Raúl
(el 7 del Real Madrid) como máximo anotador de la historia de la UEFA Champions
League anotando un total de 70 goles.
Lamentablemente, y después de meter sus
últimos dos goles en Champions en el Santiago Bernabéu, sufrió una rotura de
ligamentos de la rodilla izquierda que le hizo plantearse la retirada con 37
años.
Pero el fútbol le debía
una última vez con el club de sus amores, le debía hacernos disfrutar con su
gol y con su eficacia, y así fue como Filippo Inzaghi, saliendo desde el banco
a falta de 5minutos para que terminase el encuentro frente al Novara, consiguió
anotar su último gol con la camiseta rossonera que suponía la remontada y la
victoria por 2-1. Tifossi, rivales y el propio árbitro principal felicitan a un mito,
a una leyenda que no quería despedirse sin hacer bien su trabajo: Meter goles http://www.youtube.com/watch?v=QhuSGdebgTg
. Una vez finalizado el encuentro
Pippo se fue al centro del campo, levantó sus brazos y comenzó a hacer
reverencias, dando las gracias por todo.
Inzaghi y Milan, Milan y
Inzaghi. Es inevitable relacionarlos ya que ambos tendrán un romance eterno.
Grazzie per tutto Pippo,
siamo per sempre con te.
“Lo importante no es saber tirar, eso lo saben hacer todos. Lo importante es crearse la oportunidad”. Filippo Inzaghi.
P.D. En sus dos últimos
años, cada fin de semana en San Siro había una pancarta que rezaba “Senza Pippo
non siamo Allegri”. Era una manera más que tenían los tifossi de reivindicar a
Massimo Allegri para que pusiese en el once titular a Inzaghi.
(Tributo a Filippo Inzaghi)