viernes, 29 de mayo de 2015

Esteban Comellas: El defensa con freestyle



Para hablar de Esteban Comellas hay que hacerlo desde la humildad, ya que estamos ante un chico risueño que siempre va a entrenar en su inseparable moto, y cuando llega y te ve, siempre te saluda dándote la mano con una sonrisa. 
Esteban es una persona discreta, alegre, alguien que disfruta de este deporte en cualquier lugar y momento. Y es que cuando te gusta el fútbol, cualquier lugar o excusa se convierte en una situación idónea para practicarlo.

Recuerdo los primeros entrenamientos, donde Esteban siempre estaba atento a cualquier explicación o a cualquier indicación que se le daba. Es curioso lo rápido que se detecta a alguien que atiende, escucha y se interesa de verdad por aquello que intentas explicarle. 

Esteban conmigo jugaba o de lateral o de central, ya que era polivalente en ambas posiciones. Su puesto en el lateral se lo disputaba con Toni (El genio de Rubí) y su puesto de central con Rubén (El capitán). Su competencia no era fácil en ambas posiciones, pero por eso no dejó de desistir. Así que durante los entrenamientos y la pretemporada se pudo ver una bonita lucha por ver quien se hacia con el puesto en esa posición.

Empieza la liga, y Esteban es suplente en ese partido frente a Cerdnayola. A pesar de ello, ni malas caras ni malos rollos. Esteban animaba en la banda como un compañero más, y cuando tenía su oportunidad (porque siempre hemos intentado repartir los minutos lo máximo posible) pues la aprovechaba. 

Recuerdo un día, y espero que no me mates por contar esto Esteban, en que salió de titular, y cometió un fallo en un pase que al final supuso un gol en contra. Esteban trató de sobreponerse pero ese gol por ese fallo supuso una losa demasiado difícil de llevar encima. Llega la media parte, y después de verlo realmente desanimado y inseguro, decidimos cambiarlo. Me acuerdo que él lo entendió sin ningún tipo de problema, y cuando todos salieron del vestuario dispuestos a ganar el partido (que por cierto ganamos) yo me di la vuelta y lo vi llorando, desconsolado, jodido por dentro. No era un niño llorando por un fallo, era un hombre llorando de rabia, porque falló un pase que sabia hacer perfectamente, pero en aquel momento lo falló. Y mientras lloraba asumía "su culpa" (porque fallamos todos y no solo él), yo me acerqué a él, le miré a los ojos y le dije :"ni se te ocurra llorar por esto, porque a pesar de todo hiciste una primera parte cojonuda. Esto te hará más fuerte, no tengas la menor duda.". Entonces nos dimos un abrazo y nos fuimos juntos hacia el terreno de juego.

Lo que pretendo explicar con esto es que Esteban es alguien leal, alquien que valora lo que hace y que sabe lo que cuesta ganarse un sitio en un lugar como el C.E. Sabadell, y en un equipo con tanta competencia como el de nuestro juvenil. Y sus lloros eran la muestra de alguien que sabía que podía perder la oportunidad de estar de nuevo en ese once inicial, como he dicho antes no eran lloros de niño, eran los lloros de rabia de alguien a quien le encanta el fútbol y que se esfuerza por llegar a jugar lo máximo posible el fin de semana. 

Me he dado cuenta de que aún no os he hablado de las características técnicas de Esteban... Eso si que me dejó flipando... Hablo de un chaval de estatura media, de un físico compensado, de alguien que aparentemente parece un jugador más, hasta que le llega el balón al pié y ahí saca lo que tiene... Sabéis lo que es la técnica en el fútbol (o al menos eso creo), pero lo de Esteban es freestyle, es improvisación, es alegría en el juego. De hecho tengo comprobado que con un cuerpo técnico que le de confianza Esteban es capaz de todo, de ser un defensa competitivo, de ser un jugador aplicado y sacrificado por el equipo.
Recuerdo un partido en que le llega el balón a banda, hace control orientado para ganar ventaja sobre su adversario, ve que viene su rival a toda hostia, entonces Esteban se para, pisa el balón con sus Mercurial Vapor X como un jugador de futbol sala, se la enseña al rival, la esconde, se la pasa por detrás, interior del pie, exterior del pie, y le hace una rabona (que en su día hicieron Juninho Paulista y Joaquín: ex Betis, Valencia...) y lo deja sentado. Desde la grada se escuchó un :"oooohhhhh..." que tanto gusta oír. Desde el banquillo vi ese gesto técnico y me quedé blanco. Qué jugador se atreve a hacer eso? Alguien que esté loco o alguien que tenga confianza en si mismo? Ambas respuestas pueden ser buenas, pero Esteban era alguien con confianza y en ese momento lo demostró con su calidad. 
Así pues, Esteban en los entrenos siempre practicaba, siempre estaba intentando hacer nuevos trucos, nuevos regates. Y ese es él, alguien alegre, con ganas, que se divierte con el fútbol, que vive este deporte como nadie.

Desde aquí Esteban, agradecerte tu dedicación y tus ganas de aprender. Un verdadero placer compartir momentos, buenos y malos. Si volvemos a coincidir en algún equipo, cuenta conmigo porque yo contigo siempre contaré. 1 abrazo grande.  

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