Esta no es la historia de Munir El Haddadi (aunque el señor Kevin Corral se le parezca bastante), esta es la historia de un jugador que es digna de explicar, y por eso este jugador tiene un hueco en este blog (además de por ser jugador mío).
La cosa sigue de laterales, y de nuevo este es zurdo... Qué tendrán los zurdos? Pues no lo sé, pero cuando eres zurdo y eres de un barrio duro pero bonito como es Campoamor... si mezclas esas dos cosas sale el futbolista de hoy, con todos ustedes, Kevin: la zurdita de oro.
Recuerdo el día en que me lo presentaron, lo vi tímido, pero a la vez respetuoso, y con una mirada que trataba de transmitirme sus ganas de aprender por encima de todo.
Durante estos dos años, Kevin ha evolucionado de manera espectacular, pasando de ser un futbolista al cual le costaba tener continuidad en sus inicios a ser alguien que dio un "paso atrás" para afianzarse y demostrarse a si mismo lo que podía ser y así convertirse en un fijo de las alineaciones.
Oscar y Kevin, amigos dentro y fuera del campo. |
"La zurdita de oro" pasa el primer año de ser un jugador que generaba dudas a algunos, pero que al cuerpo técnico nos tenía encantados con su actitud y sus ganas de aprender y mejorar. De hecho creo que es de los jugadores que más ha aprendido porque me lo ha demostrado con sus comentarios a la hora de corregir un error, porque se lo ha demostrado a los demás y lo mejor de todo, porque se lo ha demostrado a si mismo.
Después de una temporada soñada, donde teníamos una banda izquierda completísima con Oscar y con Kevin (dupla que se ha ayudado mutuamente y que les ha beneficiado a nivel individual y grupal), subimos de categoría y nos plantamos en preferente.
Es en este momento donde hay un punto de inflexión en el juego de Kevin y donde todo cambia (para bien). Tras subir de categoría, se decide hacer unos ajustes de plantilla, y una parte de los jugadores que empezaron con nosotros el proyecto se les dice que van a ir a jugar en el otro juvenil para sumar los minutos que merecen por trabajo y por dedicación (Y NO POR NIVEL). Todos lo asumen, sin problemas, y pasan a ser los líderes de otro grupo.
Entonces, Kevin empieza a demostrar quien es y lo equivocados que estábamos, y para callarnos la boca decide no para de mejorar, de hacerse líder, de asumir galones... A "la zurdita de oro" se le quedaba pequeña la categoría, hasta tal punto que en pocas semanas decidimos volver a incorporarlo para no volver a irse jamás.
Este señor, consigue ganarse un sitio en el once titular a base de currar, currar y currar. Y así consigue demostrar quien es.
Pero en esta historia no todo es superación y currar, quizá otros no lo viesen, pero yo si lo he visto. Yo he visto a un jugador que jugaba 20 minutos en un partido y se dejaba los cuernos, y jugaba 15 minutos y volvía a darlo todo. Yo he visto a "la zurdita de oro" salir a jugar y meter un gol olímpico y querer ir a por más. Ya no tiene suficiente, ya no es un jugador más de equipo, ahora quiere triunfar, ahora lo desea de verdad. Y además de todo esto, yo le he visto sufrir, le he visto pasarlo mal después de luchar todo un año a contracorriente. Pero no se rindió, "la zurdita de oro" nunca lo hace.
Kevin es un jugador fino técnicamente, espigado, inteligente, siempre intenta tomar la decisión más adecuada. Es de esos zurditos que te la pisa, que la toca, que te finta y que tiene llegada. Y no os penséis que defensivamente es una madre, cuando hay que ponerse el mono de trabajo Kevin es el primero en hacerlo.
Entonces, cuando hechas la vista atrás, ves que Kevin siempre es el que hace reír, el que imita a compañeros, el que se "mete" con ellos (siempre desde el buen rollo), el que en los estiramientos siempre comenta: "Lebrón eres un tronista.. Maldini como te gusta la cumbia..". Si cabrones, perdonad la expresión, pero podéis reiros. Ese es Kevin, alguien que hace piña, que no se rinde, y que cuando tiene la oportunidad demuestra lo que vale y para lo que vale.
Kevin, muchísimas gracias por estar ahí siempre, por pedir consejo, por demostrar quien eres y por demostrarte que eres capaz de todo. Dar las gracias también a tus padres por haber parido y educado a una persona de los pies a la cabeza.
Un abrazo muy muy grande, recuerdos a tu família y recuerda siempre esto: Vive y muere como quieras, pero hazlo siendo siempre "La zurdita de oro".
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