viernes, 29 de mayo de 2015

Rubén Pedragosa: El kaiser de Badia.


Los anteriores post no han resultado fáciles de escribir por el factor emocional que contienen y por lo que significan estos muchachos para mi, pero lo de ahora... uf, este va a costar porque al señor que veis en la foto de arriba con el brazalete en el brazo izquierdo y su cinta blanca en su muñeca derecha, a ese, a ese le tengo mucho cariño. Damas y caballeros, ante ustedes, alguien que se hizo a si mismo, que supo superar adversidades a base de golpes y de superación. Con todos ustedes, Rubén Pedragosa: El kaiser de Badia.

Os explico, Rubén es un jugador que cuando se incorporó con nosotros venía de no jugar, pero cuando digo no jugar es NO jugar. Su etapa de cadete fue dura, muy dura, pero no por eso Rubén debía abandonar su sueño, a veces hay años mejores y años peores, y "El kaiser de Badia" pasó de no jugar a ser imprescindible.


Desde la pretemporada la figura de Rubén fue cogiendo peso hasta tal punto que, por votación de equipo y de cuerpo técnico, consideramos que este fuese nuestro mejor representante, y así lo hicimos capitán de nuestro equipo. El siguiente paso era demostrar a sus compañeros y a si mismo de lo que era capaz de hacer. Estaba ante un reto importante, la etapa de juvenil es dura y debía asumir galones con velocidad. Sabéis que hizo? Superó todas las expectativas. Rubén era uno de los elegidos, se notaba que había nacido para esto. Desde el primer día, en los entrenamientos ya se notaba que daba la cara, que iba a tope, que entraba con una intensidad propia de un kaiser. Y Rubén era eso, era el jefe desde que llegaba a las instalaciones hasta que se marcha a casa. 

La capacidad de aprendizaje de Rubén fue sencillamente brutal, y su juego con balón y sin él mejoró notablemente. Se hizo el jefe en todos y cada uno de los partidos en los que jugamos durante el primer año de juveniles. Se notaba tanto en algunos momentos puntuales que se convirtió en alguien innegociable para el cuerpo técnico.

Va pasando la temporada, y Rubén cada vez gana más autoridad, más peso dentro del vestuario, en los calentamientos previos al partido siempre es el primero en animar, en chillar, en activar a sus compañeros. No todo el mundo nace para ser capitán, eso es evidente, y a veces hay capitanes que son más serios y otros que no, y hay otros que simplemente nacen con ese carácter que los hace únicos lo quieras o no, y en ese grupo está Rubén. 

La temporada se convierte en un éxito total, ganamos la liga, perdiendo solo un partido y siendo el equipo más goleador y menos goleado. Nuestra defensa era la mejor del campeonato y en parte gracias a "El kaiser de Badia" que se convirtió en la pesadilla de muchos delanteros... Hasta tal punto tenemos éxito que se producen cantos de sirena de equipos de nombre para muchos de nuestros jugadores, y en ocasiones, en la vida hay que probar para ver que sucede y en este caso lo que sucedió fue lo siguiente: 
Rubén, posando en el Estadio Los Cármenes de Granada, durante su etapa de pruebas.
Tras completar un año de ensueño, y tras seguirle la pista más de un equipo, Rubén recibe una oferta en firme del Granada F.C. para fichar por el juvenil división de honor, tras meditarlo con su familia, decide apostar por esta oportunidad y viaja a Granada para realizar las pruebas. Desde el primer día allí "El kaiser de Badia" enamora al cuerpo técnico con sus buenas maneras, tal es su nivel que llega hasta a realizar entrenamientos con el 2º equipo... El Granada mueve ficha, está dispuesto a ficharlo, y ahí surge el mayor problema porque desde el Sabadell juegan con él, marean la perdiz y no se portan como deben. Resultado? Rubén debe volver a casa y su sueño de Granada termina. Es en este momento, donde Rubén sufre un punto de inflexión en su juego, en su vida y sobretodo a nivel psicológico. 

Tras su vuelta de Granada, empieza una nueva pre temporada, esta vez para jugar en Preferente, las cosas no van a ser fáciles desde el primer día. Aquel central de juego alegre, que sube el balón con la autoridad propia de un kaiser, que gana cualquier balón aéreo que llegue a su zona, que tiene un desplazamiento de balón tremendo (capaz de dar pases de 40 metros con precisión) había desaparecido.
Como puede ser que aquel central único y con un futuro por escribir se hubiese ido? Las respuestas pueden ser muchas, pero sinceramente creo que fue más una cuestión psicológica que no de juego o física. A nuestro capitán le cuesta mucho volver a creer en si mismo, tiene miedo de si y de los demás. Cree que nos ha fallado... pero sabéis qué? A mi no me falló, a Dani no le falló, a Cata no le falló, a su equipo no le falló. Para mí es un privilegio que a uno de mis jugadores lo quieran equipos de dos categorías por encima, y ni en su momento le juzgué por tomar una decisión así ni nunca lo juzgaré. No me parece ni justo, ni ético, ni va conmigo. Repito, para mi volverlo a ver fue una verdadera alegría, teníamos "al Kaiser de Badia" de vuelta con nosotros y eso era lo mejor que nos podía pasar. 


Tardamos unos meses en hacerle entender que nosotros estábamos a muerte con él y que lo demás no importaba. Y cuando lo entendió, empezó de nuevo a ser el que era. Alguien incansable, alguien líder, que daba la cara por los suyos y que se pegaba con quien hiciera falta. 


Me suelo considerar una persona muy observadora, y digo esto porque recuerdo que hubo un gol que metió "El kaiser de Badia" que creo que supuso una liberación para él, sobretodo en lo anímico. Campo de Escola Les Garrigues, Domingo. Tenemos un córner a favor, lo lanza Oscar Jaén, el balón no encuentra rematador, Rubén está dentro del área, tras un barullo enorme, el balón llega a sus pies, el capitán lanza un zarpazo con su pierna derecha y mete gol. Lo llamativo no fue el gol, fue como estuvo después de eso: Inmenso. Rubén había vuelto, y es que nunca se fue.
El resto de la temporada ha sido más que dura, tanto para él como para nosotros, pero este líder no baja los brazos cuando vienen mal dadas, este pone el hombro, los cojones y lo que haga falta. Se cargó el equipo a la espalda y murió por él hasta conseguir matemáticamente la salvación en campo del Mercantil. Ese es "El kaiser de Badia", un líder de los pies a la cabeza.

Mi visión de Rubén

Alto, probablemente haga más de 1,80cm. Diestro, físicamente un portento, quádriceps con mucho volumen que lo impulsan al cielo con cada salto de cabeza que hace. Sus gemelos tampoco se quedan atrás... Básicamente tiene un tren inferior muy muy potente para un chico de su edad. "Tiene pinta de futbolista" le dije a Daniel Dueñas el primer día que lo vi, y se que no me equivoco. Defensivamente, una roca, un muro. Es durísimo, jugando siempre al límite (y sinó que le pregunten a Marc Tabla o a César). Tácticamente inteligente, haciendo faltas cuando toca, sabiendo gestionar la posesión desde el principio. Tenéis que ser conscientes de una cosa, y es que estamos ante un central que se ha superado a si mismo para ser el central del futuro. Tiene mil recursos, se adapta al juego de cualquier manera, puede jugar en corto fácil, puede jugar en largo con precisión, manda, ordena, sabe lo que dice en todo momento. Va bien al cruze, no le da miedo chocar, pelea con quien haga falta, ha aprendido a leer el juego de cabo a rabo. Sabe cuando se falla, por qué y que se debe hacer para cambiar eso.
Es el primero en animar cuando alguien comete un error y así lo demuestra. 
Ese es Rubén Pedragosa, ese es "El kaiser de Badia". 

Capitán, desde aquí, eternamente agradecido por todo. Gracias por tu lealtad, por dar la cara por nosotros, por el equipo y por como jugamos. Nunca voy a olvidar las charlas que hemos tenido antes y después de los entrenos, igual que la que liábamos en el calentamiento, gracias de verdad por haber formado parte de este equipo, por ser el estandarte, por ser el capitán. Estoy muy orgulloso de ti, y acuérdate siempre de esto, aquí solo hay un jefe, y ese es "El Kaiser de Badia". 
Camiseta con el 3 y el brazalete de "El Kaiser" de Badia


No hay comentarios:

Publicar un comentario